La Focaccia es un pan nacido de la supervivencia que se realiza con tan sólo cinco ingredientes: agua, harina, levadura, sal y aceite de oliva, que logran el milagro de una exquisita masa simple.

El nombre de focaccia significa hogaza en italiano (aunque en latín "focus" significa “fuego”), y es eso simplemente, una pieza de pan aromática y apetitosa cocida sobre fuego. Aunque es reconocido como típico de la gastronomía italiana, se cree que la focaccia procede de los antiguos etruscos o los antiguos griegos.
Una historia italiana la vincula con la localidad de Recco, en la provincia de Génova, y en un momento específico: Cuando en el siglo XVI, los pobladores de esta zona se vieron atacados por  piratas Sarracenos, que sitiaron la localidad. La población se refugió en los montes con lo necesario para sobrevivir, sobre todo harina, aceite y sal.
Otra historia vincula su origen a Liguria, región rica en plantación de olivos, siendo este aceite el principal ingrediente de la focaccia. El agregado final lo dan las hierbas con las que se espolvorea la masa antes de cocinarse. Antiguamente, los romanos lograban un efecto similar cociendo las focaccias sobre hojas de laurel. (viagourmet.com)

INGREDIENTES:

Para la masa:
  • 200 gr. de agua.
  • 40 gr. de aceite de oliva.
  • 10 gr. de sal.
  • 10 gr. de azúcar.
  • 400 gr. de harina.
  • 15 gr. de levadura fresca.
Para la cobertura:

  • 1 cebolla (unos 200 gr.)
  • 40 gr. de aceite de oliva.
  • 100 gr. de queso rallado.
  • Orégano en cantidad generosa.
PREPARACIÓN:

Ponemos en el vaso al agua, el aceite, la sal y el azúcar.

Mezclamos 30 seg., vel. 3.



A continuación echamos la harina y la levadura. Mezclamos 30 seg., vel. 6.



A continuación amasamos 4 min., vel. espiga. Dejamos reposa dentro del vaso unos 30 minutos.




Sacamos la masa del vaso y extendemos en una bandeja de horno engrasada. Le vamos hincando bien los dedos a la masa. Dejamos reposar unos 45 min.





Preparamos la cobertura mientras.
Ponemos la cebolla en el vaso y trituramos 5 seg., vel 5. Bajamos los restos con la espátula. Añadimos el aceite y programamos 10 min., varoma, vel. 1. Cuando termine echamos por encima de la masa. Echamos seguidamente el queso rallado y el orégano. 



Vertemos un chorro generoso de aceite por toda la focaccia y vamos clavando las yemas de los dedos en toda la superficie.


Introducimos en horno precalentado hasta que esté el queso fundido y con aspecto dorado. La temperatura del horno 220º.